Teatro

Israel Solà, miembro de la compañía teatral La Calòrica: «La Democracia es una vieja en silla de ruedas con apariencia de chica despampanante»

La obra 'Las Aves' de la compañía de teatro La Calòrica llega al Cuyás los días 3 y 4 de mayo

Representación de la obra 'Las Aves' de la compañía de teatro La Calòrica.

Representación de la obra 'Las Aves' de la compañía de teatro La Calòrica. / LP/DLP

Martina Andrés

Martina Andrés

Las aves es una comedia griega de Aristófanes que se estrenó en el año 414 a.C. y explicaba la historia de dos atenienses adinerados que abandonan el mundo de los humanos e intentan convencer a las aves para crear una nueva civilización a su antojo. Una denuncia hacia aquellos que, cuando la democracia ateniense todavía no había cumplido 50 años, ya utilizaban los problemas del pueblo como un instrumento para conseguir sus objetivos personales.

Las Aves es también el título que da nombre a la obra de teatro de la compañía La Calòrica que se estrenó en el año 2018 y que los días 3 y 4 de mayo llega al Teatro Cuyás. Una representación que, compartiendo nombre pero sin tener ninguna línea de texto de la obra original en la que se inspira, cuenta la historia del joven empresario Pisteter y su compañera Evélpides que tras asesinar a la democracia y no poder volver a casa, se encuentran con una inocente abubilla en mitad del bosque y se plantean convencer a las aves del mundo para construir una sociedad basada en los principios de la Competencia, la Propiedad y el Individuo.

«La Calòrica tiene dos cosas que son la comedia y la sátira política. Nos dimos cuenta de que en Grecia nacieron las dos cosas de la mano, en Atenas nació la democracia y al mismo momento estaba naciendo la comedia. Qué casualidad que naciera una cosa ligada a la otra», relata el director del montaje y miembro de la compañía teatral, Israel Solà, haciendo alusión al nacimiento de Las Aves y a cómo se inspiraron en la obra de Aristófanes.

15 personajes

En la obra hay un total de 15 personajes interpretados por tres actores y una actriz. Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher, Esther López y Marc Rius son los encargados de dar vida a las distintas aves que se suben a escena, a dos dioses contemporáneos -Democracia y Capitalismo- y a los poderes fácticos que se subirán el próximo fin de semana a las tablas del Cuyás.

«Democracia es un personaje a la que constantemente le están haciendo cirugía, es una vieja en silla de ruedas pero con apariencia de chica despampanante. El Capitalismo aparece para pedir perdón, para decir 'me habéis malinterpretado'. Con eso conseguimos trasladar a Zeus y estos dioses que bajan del Olimpo», explica Solà en referencia a estos dos dioses que aparece en la obra.

En el transcurso de la representación, Solà también destaca a una familia de palomas que aparecen en un momento dado como representación de los estratos más bajos de la sociedad, una familia de clase obrera que charlan en la mesa. Y también están lo que el director define como «los poderes humanos»: los militares, la iglesia, los políticos, las administraciones públicas y los jueces, esos que al estar acomodados y viviendo en el privilegio de su estatuto, se posicionan en contra de cualquier pequeña revolución o intento de cambio.

Denunciar el populismo con populismo

Las Aves es una fábula que a través de su estructura busca denunciar el populismo de la clase política que cada vez está más presente en la sociedad.

«La obra es populista en sí misma. Es una obra que cambia constantemente, genera un código y a la que necesite cambiarlo lo cambia sin pudor de lo que ha dicho antes, como un populista que cambia constantemente, que donde dije digo digo Diego», apunta el director del montaje.

«Lo importante es que tú ahora quieres escuchar esto y yo te lo voy a dar. La obra es una fábula porque al final es un personaje que se escapa de su ciudad y convence a los pájaros para que creen una ciudad y él poder ser un líder y de alguna manera tener una masa acrítica que haga lo que él quiera, 'como los humanos ya no me hacen caso, que me hagan caso las aves'. Se plantea qué tiene que decir para que las aves le quieran, primero asustarlas, luego alabarlas, cosas que de alguna manera nos suenan a los mensajes que nos pueden lanzar los políticos en determinados momentos», relata con más detalle Solà.

Ante este planteamiento y los acontecimientos de la obra, la pregunta se queda flotando en el aire y es imposible no formularla: ¿se puede asesinar a la democracia, como hace Pisteter en Las Aves? «No sé si se puede matar a la democracia, la democracia es algo inherente al ser humano. Creo que sí se puede pervertir mucho el significado, hay que tener mucho cuidado», responde Solà.

Para el director de teatro hay muchas actitudes que la pueden desgastar, como «no aceptar un resultado o estar constantemente atacando cuestiones personales». «Mucha gente dice que ir a votar cada cuatro años no es un sistema democrático, se llama representatividad parlamentaria. La democracia es implicarte día a día en las decisiones de tu país y en saber lo que está pasando. Vivimos en una era muy acelerada en la que es muy difícil hacer eso y de alguna manera nos desconectamos», concluye Solà.