El nuevo modelo económico canario tendrá "diferentes velocidades" insulares

A finales de las década de los 80 del pasado siglo las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC), germen catalizador de la actual Coalición Canaria (CC), irrumpieron con fuerza en el Parlamento enarbolando el principio de que Canarias, como región, debía construirse en base a sus distintas realidades insulares. Casi cuatro décadas después de aquel éxito electoral de 1987, la Conferencia de Presidentes de Cabildos, que este martes se reúne por primera vez en la historia, retoma ese ideario para afrontar el reto de diseñar "un futuro colectivo a velocidades diferentes", tal y como reconoció el viceconsejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo canario, Alfonso Cabello, tras la reunión del Consejo de Gobierno.

"Tenemos una oportunidad única para revisar nuestro modelo de crecimiento y avanzar hacia uno más sostenible, poniendo las luces largas y no mirando al corto plazo, sino hacia las próximas generaciones, y tener claro que en este futuro colectivo que queremos construir sobre cada rincón del Archipiélago tendrá que hacerse a velocidades diferentes y que cada isla tendrá su propio acento", sentenció Cabello.

De esta manera se pone de relevancia el artículo 2.3 del Estatuto de Autonomía, donde se reconoce que las islas se configuran "como elementos esenciales de la organización territorial de Canarias", y que sus cabildos son, de forma simultánea, "instituciones de la Comunidad Autónoma y órganos de gobierno, administración y representación de cada isla".

El cónclave cabildicio, que fue anunciado por el presidente Fernando Clavijo en el pasado Debate sobre el estado de la nacionalidad, tenía el mandato claro de abordar el reto demográfico y el equilibrio poblacional, pero a la reunión se le han ido añadiendo asuntos colaterales relativos al territorio, al modelo turístico y a cuestiones medioambientales, sobre todo desde las manifestaciones ciudadanas del pasado 20 de abril.

El propio presidente incluyó el pasado 10 de abril la revisión del modelo turístico, e incluso la implantación de un gravamen a las pernoctaciones, como uno de los puntos a analizar por el que, según reza en el artículo 74 del Estatuto de Autonomía, es el "foro institucional" más importante para el "debate de los grandes asuntos de interés común, la coordinación de las políticas de actuación de interés concurrente y la búsqueda de acuerdos". En ese marco, el presidente Clavijo anunció en su momento que "se hablará de la tasa turística en la Conferencia y en los grupos de trabajo que se crearán y en los que participarán partidos políticos, patronal, sindicatos y representantes de la sociedad civil organizada para abrir un período de reflexión".

Una reflexión que también se hace extensiva a la modificación de la Ley del Suelo, toda vez que el diseño de una forma de vida sostenible, que preserve los ámbitos rurales y paisajísticos dentro de los planteamientos de la Agenda Urbana y la cohesión territorial quedará en manos de los planeamientos de los cabildos insulares.

Es decir, que las corporaciones insulares, además de las municipales, deberán tener en mente la economía circular, la innovación social y la protección del patrimonio medioambiental y cultural.

Sobre el papel, y como expresó en su momento el presidente Clavijo, la Conferencia de Presidentes, nunca convocada hasta ahora, "es el marco más adecuado para fijar una posición común" que garantice un desarrollo poblacional sostenible y un crecimiento ordenado de nuestro territorio que, con posterioridad, se plasmará en un documento que establezca los criterios que primarán en el desarrollo territorial de cada isla.

O, en palabras de Cabello, este 30 de abril se reúne en el Parlamento un foro que "debatirá de forma serena sobre la economía y los aspectos sociales de la misma".

Suscríbete para seguir leyendo